YOELCOMANDANTE escribió: ↑19 Dic 2019, 21:38Seguro que todos tendremos muchas anécdotas. Eso sí, como ya me has picado, recordando otras, era el pobre primer maniquí de mi primo, que los lanzábamos a una piscina de esas hinchables para que nadaran, y seguir jugando con ellos, sin embargo, uno de los días, no nos fijamos que la piscina (como todas se pinchaba a los pocos días), iba perdiendo agua, y como estaba en una cuesta, había un lado que casi no había agua, y el pobre maniquí aventurero blanco de primera de mi primo, cayó al agua, pero sin profundidad, y el pobre se partió el pecho. En esos tiempo lo "arreglamos" con cinta de embalar, aunque ya quedó un poco cojo en los movimientos.
Y por último, lo que podía haber pasado y no pasó. En un pueblo de calles estrechas con el lanzagarfios lo lanzamos a la casa de enfrente (desde un primer piso) y lo enganchamos a una maceta, con todos los geypermanes colgados al cable, cuando de repente, había un funeral y todos los del pueblo desfilando por debajo. Por lo que, intentamos recoger los geypermanes sin que caigan a la cabeza de nadie, y menos en ese momento, porque ya sabemos lo que nos habría pasado pero cuando le toca al lanzagarfios, no había forma de que se soltara, y al estirar, sólo hacía que la maceta se bamboleara peligrosamente encima de las cabezas de los vecinos. La verdad que lo que es ser niño, porque aunque medio-suavemente, seguimos con los tirones y hubo suerte que se soltó, aunque conforme se soltó hubo que pegar un tirón fuerte para que no le diera a la cabeza de justo uno que había debajo (nos fue por poco), y claro si nos ven, las explicaciones eran después del castigo, que en esos años no eran precisamente quedarse sin postre, o alguna chorrada por el estilo.
Genial YOELCOMANDANTE.... .....q tiempos....
Los niños viven en su burbuja, no son conscientes de espacio tiempo, solo se divierten...no calcularon la hora del entierro...