Necesitaremos:
- Tubo de latón de 3 mm, con las paredes más finas posibles; en este caso con paredes de 0,3 mm.
- Remaches huecos de latón de agujero pasante de 2,5 mm * 5 mm de longitud.
- Rótulas de Hobbycrash.
Tenemos que cortar también el tubo de latón como 1 mm menos de lo que mide la articulación, ya que así nos aseguramos que los remaches acaben ejerciendo presión sobre la articulación para dejarla lo más rígida posible.
En la siguiente imagen se pueden ver tres codos, el de arriba con el remache intacto, el del centro con la cabeza del remache esmerilada, y el de abajo con el remache extraído. También se puede apreciar el tamaño de los remaches a embutir y el tubo de latón cortado a medida:
Para extraer el tubo, acostumbro a utilizar una lima de aguja de sección triangular que inserto en el lado del remache intacto; es cuestión de ir rotando con paciencia. Es posible también deformar el remache con unos alicates y hacer presión pasando un punzón por la parte interior para conseguir que asome por el otro lado.
En la siguiente imagen se puede ver el tubo de latón en el extremo de la lima de aguja:
Ya no queda más que colocar la rótula en su sitio, y presentar uno de los remaches en uno de los extremos del tubo cortado a medida:
Lo pasamos por la articulación y presentamos el segundo remache en el otro extremo:
Ya que el hueco del tubo es 0,1 mm menor que el grosor del remache, la verdad es que hay que ejercer una buena presión con un tornillo de mesa para embutir los remaches; hay que ir con cuidado de no apretar demasiado y acabar rompiendo la articulación:
Y aquí el resultado final.
A veces encontramos maniquíes a los que se les ha intentado hacer alguna reparación chapucera, con lo que se han agrandado los agujeros originales; es posible subir el diámetro del tubo a 3.5 mm, aunque he comprobado que el remache de 3 mm es significativamente más grande que el original.
Ya sólo me queda hacer la petición a Hobbycrash para que amplíen el stock de rótulas de tobillo, que actualmente no están disponibles, y ya si pusieran a nuestra disposición las de hombro y las de cuello, se podrían solucionar los problemas de laxitud de algunos maniquíes en esas articulaciones.